sábado, 10 de noviembre de 2012

En los Huesos…


En los Huesos…

No es su estado lo que les preocupa
No es el escuálido hálito que respira
No es lo que pueda decir, escribir o levantar
Le odian por su desaire, por su mal francés
Le señalan por su bífida y montaraz enjundia
Les envidian su vivir, por su innecesaria presencia
Y es que rumia mucho más conocimiento dormido
Que todos los alienados bien alimentados danzarines
Pobres derviches desaforados al ritmo de su flauta…
He ahí la razón, aborreces al que sabes superior a ti…

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